Aprender a hablar: etapas y recomendaciones

Los cambios que se van produciendo en tu pequeño aventurero según va creciendo son alucinantes. El lenguaje es uno de esos hitos del desarrollo que más nos sorprenden porque al principio observa, gorjea, balbucea... y más adelante comienza a decir sus primeras palabras. El desarrollo del lenguaje comienza a una edad temprana, mucho antes de esa primera palabra tan esperada. Eso sí, siempre debemos tener en cuenta que cada niño lleva su propio ritmo y alcanzará la meta en el momento en el que esté preparado. ¿Cuáles son las principales etapas de la adquisición del lenguaje? ¿Cómo puedes ayudar a tu hijo en el camino a aprender a hablar? ¿Cómo detectar un posible problema en el habla? Respondemos a todas estas preguntas en este artículo.

Cómo es el desarrollo del lenguaje de 0 a 3 años

Antes de los 6 meses: los comienzos de la comunicación

El desarrollo del lenguaje y la adquisición del habla comienza incluso antes de que nazca tu pequeño. Ya en el útero el bebé percibe levemente los sonidos que llegan desde fuera. La música, tu voz, los ruidos de la calle... Cuando llega al mundo, el recién nacido es capaz de reconocer la voz de su madre pero también de diferenciar su lengua materna de otra lengua gracias a su entonación. En los primeros meses los bebés no hablan pero se hacen entender a través del llanto y sus gestos. Alrededor de dos meses, comienzan sus primeros gorjeos: tu pequeño aventurero descubre ese sonido que sale de su garganta y lo repite una y otra vez para entrenar esos primeros destellos de lo que será su voz. Aprender a hablar es una tarea larga que requiere paciencia y observación.

Lenguaje de 6 a 12 meses: balbuceos

Alrededor de los seis meses, los bebés reconocen su nombre y prestan atención cuando lo escuchan. Su lenguaje se organiza un poco más, y pronuncia sus primeras sílabas: "ma", "pa", que luego repetirá "mamamama". Después, empezará poco a poco a reconocer ciertas palabras hasta que alrededor de los nueve meses llegue el gran descubrimiento: ¡las palabras tienen un significado! Es más, si su primer "mamá" o "papá" son simplemente pruebas de sonido, rápidamente comprenderá que tienen significado frente a la emoción de sus padres. Durante este período, le encanta imitarte y señala ciertos objetos para llamar tu atención. Esta es una oportunidad para nombrar lo que te muestra y ayudar en el desarrollo de su vocabulario.

De los 18 a 24 meses: explosión léxica

¡Esta etapa del desarrollo del lenguaje suele ser impresionante para los padres! El niño produce palabras nuevas muy rápidamente, a veces varias al día. También comienza a construir oraciones combinando dos o tres palabras: "mamá dormida". Las palabras de enlace, que son más difíciles de usar, todavía están ausentes. Su comprensión del lenguaje está mejorando y ahora puede entender hasta trescientas palabras. En esta etapa ya puede articular mejor, pero aún necesita práctica en este camino de aprender a hablar. No hay prisa. Paciencia y disfrutad mucho de sus logros.

Ente los 2 y los 3 años: las primeras fases

De los dos a los tres años, el vocabulario del niño se enriquece bastante. Las palabras que usa cada vez son más numerosas: a los tres años, tu hijo tiene, en promedio, mil palabras y puede decir trescientas. Domina la sintaxis cada vez mejor y sus frases están más construidas. Ahora bien, se componen de un sujeto, un verbo y un complemento. Tu pequeño aventurero se maravilla con todo y hace muchas preguntas, lo que le permite avanzar aún más rápido en el aprendizaje del habla. Esta es la etapa del “¿por qué?" pero también del “yo”, ya que quiere descubrir el mundo pero también ocurre que su mundo es muy egocéntrico (desde un punto de vista positivo de la construcción del sujeto y de la propia identidad y no como un término negativo referido al egoísmo). Algunos sonidos son todavía difíciles de pronunciar, y a veces será necesario esperar hasta los seis años para que logre dominar fonemas particularmente difíciles como "r" o "s". El hito de aprender a hablar ya es una realidad más tangible.

Recomendaciones para ayudarle en el aprendizaje

Háblale

Tu hijo necesita escuchar a las personas que le rodean comunicarse para que pueda aprender a hablar. Todas las ocasiones son buenas para estimular el lenguaje de tu pequeño aventurero: mientras le cambias un pañal, cuando jugáis, mientras le vistes… Cuéntale lo que vais haciendo para que escuche tu voz y te vea articular las palabras. Repitiendo esto a diario, en las acciones cotidianas, tu hijo memorizará las palabras con mayor facilidad y podrá asociarlas a cada objeto o acción. No dudes en acompañarlo poniendo palabras a lo que intenta decir cuando señala un objeto o intenta expresarse a través de sonidos.

Léele cuentos

Los álbumes ilustrados o con ilustraciones coloridas son muy buenos apoyos visuales para permitirle asociar una palabra con lo que representa. Aprovecha para hacerle preguntas muy sencillas y anímale a hablar. Los cuentos también son una buena manera de estimular su imaginación y enriquecer su vocabulario. Los niños pequeños son particularmente sensibles a la musicalidad de la voz, que les permite diseccionar y reconocer mejor las palabras. Diviértete cambiando tus entonaciones y exagerando ciertos sonidos, ¡a tu pequeño aventurero le encantará! Además, disfrutaréis de un momento compartido mágico para los dos y, sin darte cuenta, estarás fomentando su amor por los libros. ¿Qué más le podemos pedir?

Juega con el lenguaje

Los puzzles y los juegos de palabras son un recurso muy útil a partir de los 18 meses para el desarrollo del lenguaje. Empezará a reconocer las letras y a identificarlas con los sonidos, lo que será esencial para comenzar a recorrer otro camino apasionante: la lectoescritura.

Ten paciencia

Aprender a hablar requiere de apoyo y de tiempo. Dale tiempo de entender e interactuar. Sin prisas. Cuando te hable, intenta escucharlo atentamente y responde a todas sus preguntas. Esto le ayudará a ganar confianza en sí mismo, algo que es fundamental en cualquier aprendizaje a lo largo de la vida.

¿Cómo detectar un problema en la adquisición del lenguaje?

Si tu pequeño aventurero no habla tan bien como sus compañeros de la misma edad, no es necesariamente una señal de que pueda sufrir un trastorno del lenguaje. Al igual que ocurre con cualquier otro aprendizaje, cada niño tiene su propio ritmo. Algunos pronunciarán sus primeras palabras muy temprano, mientras que otros lo harán mucho más tarde. Lo importante es permanecer alerta ante el comportamiento de tu hijo y no dudar en consultar a tu pediatra ante la menor duda. Algunos signos que pueden servirte de advertencia:

• Si a los 18 meses no parece entender lo que dices, hace poco o ningún intento de interactuar contigo.

• Si a los dos años y medio todavía no intenta repetir lo que escucha y no produce oraciones de dos palabras.

• Si los tres años no entiende instrucciones sencillas y prefiere comunicarse por gestos.

Tu pediatra sabrá diagnosticar si tu hijo tiene un problema de audición y derivarlo a un logopeda si fuera necesario.